- Dijo que quería sentir como se le separaban los tendones del resto de ello y como sus costillas se descolgaban de sus vértebras y echaban a volar, llevándose su corazón de pasajero sobre el esternón. Dijo que quería que fuera desgarrador y feo. Sobre todo feo. (Dijo que quería tirarse del columpio atrás y sonreír mientras caía).
Quizás por eso nadie la conoció como Aura, sino como Anna Karenina. Quizás por eso decidió arrojarse a las vías de un metro y decir adiós de forma poética (hizo rimas para hablar de lo destrozada que quedaría después de que aquel tren medio cyborg pasara su acero de máquina perfecta por encima de sus huesos de humana absurda).
- Absurda.
- ¿Lo he dicho ya?
- Aura lo creó. Más que absurda. Más que
Lo del cyborg, ¿lo he dicho ya? (algún día lo superaré
o no).