- Corrió rápida como una humana, lenta como una humana.
Dependiendo de quién mirase.
Como miraba yo, corrió flagrantemente y nada más.
Si hubiera mirado su estúpido cyborg, hubiera sido perdiendo aceitosamente.
- Yo maté al cyborg, Aura. Te lo digo ahora porque ya eres pasto de raíles.
Un absurdo punto final.
(Te ondeaba el pelo a la espalda ese día, teñido de marrón absurdo para los años que corrían y te ondeaba como una bandera que gritaba, casi con orgullo, soy una humana con pelo de color natural. Aunque tú habías nacido con el pelo rojo, rojo lava de volcán).