- Paz
si eso significaba algo para ella
allí la encontró y abrazó. Se hizo un ovillo junto a ella y dejó que la meciera, que la balanceara con suavidad, amenazando con tres grados más a la derecha, tres más a la izquierda y quién sabe si tres y medio a un lado la hubieran matado.
- Pero Aura era una Anna Karenina.
Aura era un alma en pena, al final. Eso era todo lo que era.
Y allí estaba. Con el cabello alborotado y la sonrisa despeinada y los huesos al viento.
- (Se moría.)